Querida madre,
te regalo una sonrisa dorada
cuando en la cama me acuesto,
y cuando me levanto,
la bondad de una mirada perdida
que con lenguaje mudo te busca
en cada rincón del alma...
Han pasado dos meses de tu partida
y te podría decir tantas cosas...
Tantas, que de verdad te asombrarías.
Hoy, que se celebra el día de la madre,
tú día, solo quería decirte lo mucho que te quiero
y que el pensamiento ha recogido el legado
de recordarte cada día, desde el momento
que las pupilas se han quedado sin lágrimas...
Me has dando tanto cariño y enseñado tanto,
que mientras viva estaré en deuda contigo...
Porque sé que cualquier contratiempo compartido
siempre me ayudaras a afrontarlo...
Quiero hacerte llegar a través de estas humildes palabras,
que este nuestro gran día, que con alborozo celebrábamos,
tú, tus nietas y yo, ha quedado clausurado hasta que regreses...
Te espero mientras vago perdida por el mundo de los vivos,
donde ya no se diferenciar la enajenación de la mansedumbre...
Feliz fin de semana
y feliz día para todas las madres
y para todos, los que tenéis la suerte
de tener a vuestra madre aún con vosotros.
Para mí es un día que se ha borrado
del calendario emocional, en el momento de su partida...
Os dejo un breve y sentido abrazo prendido en el arpa del viento...
Un abrazo con ternura
y un beso con dulzura.